El viernes 12 de diciembre se realizó en la sede gremial el agasajo anual a las jubiladas y los jubilados, un encuentro destinado a reconocer su trayectoria laboral y su valioso aporte a la comunidad universitaria.
El agasajo forma parte del compromiso sostenido de nuestro sindicato con las y los docentes jubilados, quienes a lo largo de los años contribuyeron no solo a la tarea educativa, sino también a la defensa de la universidad pública, la escuela pública y de los derechos laborales conquistados.
Durante el encuentro, la Secretaria General Adjunta de FADIUNC expresó su agradecimiento por la dedicación, el compromiso y la participación activa de las y los docentes jubilados en la vida gremial. La jornada incluyó un brindis y la entrega de presentes como gesto de reconocimiento y afecto.
A continuación, compartimos las palabras de Yamile Nazrala, Secretaria General Adjunta de FADIUNC, dirigidas a las y los docentes jubilados:
~ Queridas compañeras y queridos compañeros:
Hoy no es un día cualquiera. Hoy es un día que nos conmueve, porque despedimos aunque no definitivamente, a personas que no solo dedicaron su vida a enseñar, sino también a defender la dignidad de nuestro trabajo, la universidad pública y cada derecho conquistado con esfuerzo. Acá hago un paréntesis porque algunos/as compañeras/os jubilados han tenido una participación gremial muy activa.
A ustedes, docentes jubilados, queremos hablarles desde el corazón.
Nos enseñaron que la educación no es solo un oficio: es una forma de amar, de cambiar vidas, de transformar realidades. Pero también nos enseñaron algo igual de valioso: que cuando nos organizamos, cuando levantamos la voz juntos, somos imparables.
Cada uno de ustedes deja una historia que se entrelaza con la nuestra:
Historias de madrugones y de tardes eternas corrigiendo; de aulas frías donde igual florecían sonrisas; de estudiantes que encontraron en ustedes la palabra justa, el abrazo oportuno, la mirada que les dio confianza.
Pero también historias de marchas, de reclamos sostenidos, de pararse firmes incluso cuando no era fácil. Historias de compromiso gremial que muestran que la docencia es más grande que un aula: es un acto colectivo, un acto de amor por los que vienen detrás.
Hoy celebramos su recorrido, pero también celebramos la huella profunda que dejan. Porque lo que ustedes construyeron no termina aquí. Sigue vivo en cada docente joven que toma la posta, en cada derecho que seguimos defendiendo, en cada aula donde aún resuena su ejemplo.
Se jubilan de los horarios, de las corridas, de los boletines…
Pero no se jubilan del cariño de quienes compartieron este camino.
No se jubilan de la historia que escribieron con valentía.
Y mucho menos se jubilan de este espacio gremial que también es su casa, su familia y su lugar de lucha y abrazo.
Ojalá esta nueva etapa les traiga descanso, alegrías, proyectos pendientes, viajes, risas… y la hermosa tranquilidad de saber que cumplieron con creces. Que dieron más de lo que tenían. Que dejaron una marca que no se borra.
Gracias por su entrega.
Gracias por su lucha.
Gracias por enseñarnos tanto, incluso sin proponérselo.
Gracias por dejar un legado que nos obliga —con orgullo— a seguir construyendo un futuro mejor.
Con todo nuestro cariño, admiración y respeto:
Gracias por siempre.